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¿Qué es la radioafición?

Radioafición > Para empezar...


Buena pregunta...

La radioafición es muchas cosas, dependiendo de las circunstancias, del momento y del radioaficionado al que se le pregunte. No obstante voy a tratar de reunir todas las posibles respuestas a esta pregunta.

Lo primero que hay que tener en muy en cuenta es que la radioafición es un hobby. Bueno... la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) dice que no es un hobby sino una actividad "Amateur" que es más "serio"... pero a lo que me refiero es que los radioaficionados hacemos de la radio nuestra pasión porque queremos, por propia voluntad, y ninguno de nosotros practica la radioafición a punta de pistola. No es otra cosa que un mero pasatiempo que se debe practicar fuera de horas de trabajo con la única finalidad que tienen en esencia todos los hobbies: entretenimiento, distensión, desconexión de la cotidianeidad o, simplemente, pasar un buen rato. A ser posible un muy buen rato.

¿Eligirías un hobby para pasarlo mal? No... ¿Verdad? Nadie en su sano juicio lo haría.

Además de un hobby, también es adrenalina. La adrenalina de tener una idea, ponerla en práctica, ajustar de aquí y de allá hasta conseguir unos resltados óptimos. La adrenalina de nuevas aventuras... Hay desde expediciones de "corto alcance" para visitar pueblos cercanos y hacer contactos en radio desde allí, hasta expediciones a gran escala para visitar rincones remotos del planeta, atravesando dificultades dignas de "El Último Superviviente" para llegar finalmente con nuestros transceptores y hacer desde allí todos los contactos que podamos. También es la adrenalina de la competición: hay concursos en los que poner a prueba tus habilidades como radioaficionado o como radiotelegrafista, si es que llega a picarte la curiosidad del Charlie-Whisky (telegrafía por medio del Código Morse)...

Pero la radioafición no es sólo un pasatiempo... también es aprendizaje, porque por muchos conocimientos que hayas adquirido, nunca llegas a un límite y siempre tendrás cosas nuevas que aprender. En la mayoría de los casos aprendemos gracias a la auto-instrucción.

¿Que hace que siempre haya cosas nuevas que aprender? La investigación científico-técnica. Todos los radioaficionados somos científicos (a un nivel amateur, sí... pero científicos al fin y al cabo). Jugamos con la física, la electricidad, el electromagnetismo, la electrónica, la mecánica, la termodinámica y siempre experimentamos en los límites de la ciencia. De hecho fueron radioaficionados los que descubrieron la existencia de las Ondas Cortas, que permiten comunicarse por todo el mundo con una potencia relativamente escasa, y que contribuyeron al avance de las radiocomunicaciones a todos los niveles.

La radioafición es experimentación. Puedes construirte tu propio equipo receptor, emisor o incluso ambas cosas (transceptor); puedes construir también tus propias antenas... Incluso puedes conectar tu ordenador personal con tus equipos de radio y hacer contactos desde detrás de tu monitor. Con todo ello puedes hablar con otros radioaficionados directamente de antena a antena, o usando estaciones repetidoras intermediarias porque no llegarías a hablar con la otra persona de forma directa, usando satélites artificiales o incluso usando la luna o las estelas de los meteoritos -que quedan ionizadas durante la entrada en la atmósfera terrestre- como elemento de rebote de tus emisiones, o quizá un chorro de agua a modo de antena (y no es broma)... ¿Posibilidades? Ilimitadas.

La radioafición es divulgación. Todos los radioaficionados que experimentan y consiguen unos resultados óptimos tienen algo de periodistas aficionados, ya que publican en medios divulgativos (prensa técnica especializada, webs de asociaciones, radioclubs, particulares...) o dan a conocer en congresos y convenciones sus estudios, procedimientos, resultados y consejos, con la finalidad de que otros radioaficionados puedan tomar provecho para mejorar sus instalaciones y/o equipos, o tomar ejemplo de sus investigaciones para desarrollar otras posteriores.

La radioafición es intercomunicación. Tenemos el mundo en nuestras manos. Podemos conocer infinidad de personas maravillosas, habitantes de todos los rincones del planeta; podemos intercambiar opiniones, darnos consejos cuando dudamos, ánimos cuando los necesitamos o simplemente saludarnos cordialmente. Conoceremos personas de todas las culturas, etnias, creencias, profesiones... La radioafición permite entablar amistades que perduran a lo largo del tiempo y la distancia, porque quizá nunca conozcamos personalmente a esos entrañables colegas. En la radioafición hay personas de todas las edades, de todo tipo de procedencias, que llegaron a esta afición de las maneras más variopintas... Es bonito conocer las historias que hay detrás de los buenos colegas de radio.

Por ser una herramienta de intercomunicación mundial, es básico fomentar la amistad y el buen entendimiento entre las personas que practican la radioafición. El que hayan aparecido personajes conflictivos en nuestra afición nos ha llevado a elaborar códigos éticos y de conducta, de los que podrás ver algo en esta web; estos códigos son universalmente aceptados, respetados y se fomenta su cumplimiento en todos los radioclubs del mundo.

La radioafición es camaradería. Los radioaficionados estamos dispuestos en todo momento a brindarnos todo tipo de ayuda... desde asesoramiento técnico hasta consejos personales pasando por recomendaciones gastronómicas o turísticas. Nos tratamos entre nosotros con respeto, y por simple tendencia a evitar conflictos evitamos tratar temas como la política, la religión o cualquier forma de fanatismo; además hay que destacar que nos tratamos con respeto y educación. Todas las ideas, incluso las totalmente opuestas, pueden manifestarse con respeto. Aunque hay una parte de ese comportamiento que va implícita en la educación básica de cada persona, y si no se tiene, poco se puede pedir.

Entremezclamos la radioafición con otras aficiones... por ejemplo, el coleccionismo. Muchos radioaficionados somos coleccionistas de aparatos de radio de todas las épocas, de tarjetas QSL como recuerdo de las conversaciones que hemos mantenido con personas de todo el mundo, pancartas de exposiciones, banderines de otros países, medallas de congresos, diplomas de concursos... Incluso cuando tenemos una afición paralela, como puede ser coleccionismo de cualquier cosa no relacionada con la radio, no dudamos en pedir de favor a algún colega de otra parte del mundo que nos haga llegar ese objeto que tanto ansiamos, acordando previamente las formas de pago y/o de envío... incluso a cambio de otro favor. Nuestra afición es así de versátil.

Y por último, y no por ello menos importante, la radioafición es un servicio a la comunidad. Los radioaficionados hemos sido desde siempre una pieza clave, de gran utilidad y de un valor incalculable por la gran ayuda que siempre prestamos, en el seguimiento de situaciones de emergencia o catástrofes (incendios, terremotos, inundaciones, accidentes, huracanes...). Tanto es así que la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) insta a todos los países a que tomen las medidas necesarias para permitir que las estaciones de radioaficionados estén preparadas para hacer frente a las necesidades de comunicación en casos de desastre. Los radioaficionados podemos y debemos estar prevenidos para ser capaces de transmitir y recibir información en las circunstancias más adversas.

Es este organismo, la UIT, quien sentó las bases de la definición de la radioafición en el World Radiocommunication Conference de 2003: "La auto-instrucción, la intercomunicación y las investigaciones técnicas efectuados por aficionados; esto es, por personas debidamente autorizadas que se interesan en la radiotécnica, con carácter exclusivamente personal y sin fines de lucro". Universalmente aceptada por todas las naciones, nótese que esta definición hace especial énfasis en los aspectos técnico y educativo de la actividad del radioaficionado.

Un pequeño paréntesis: La auto-instrucción, la intercomunicación y las investigaciones técnicas. Me viene a la mente la presentación de un libro en la que participó mi padre en los años 90, ya que fue el autor del prólogo y, aunque ya profundizaré en ello en otra ocasión porque da para escribir un artículo entero, lo que dijo se puede resumir básicamente en que "Un radioaficionado, para ser un radioaficionado completo, debe instruirse, experimentar y divulgar sus conocimientos". Necesariamente además ha de ser por ese orden: aprender, experimentar y, una vez se obtienen resultados, divulgar lo aprendido gracias a la instrucción y la experimentación, porque puede ser de utilidad a muchos otros colegas.

En fin, volviendo a lo que nos ocupa, queda patente que es una afición de lo más noble. Se aprende, se investiga, se divulga, se conoce gente... pero además fomenta otras habilidades, como puede ser adquirir nociones básicas de otros idiomas. Podemos tanto "chapurrear" lenguas extranjeras como echarle una mano a los extranjeros que hacen sus pinitos hablando la nuestra; además, involuntariamente, podemos llegar a ampliar el vocabulario de nuestra propio idioma.

Hay asociaciones de radioaficionados que tienen otra afición en común: hay radioaficionados senderistas, moteros, aficionados al camping, al automovilismo, a la caza, a la pesca, a la astronomía, prestidigitadores, asociados por usar un tipo de indumentaria, porque viven en una misma comarca, porque hablan un mismo idioma... Yo, por poner un ejemplo, pertenezco a ILERA (Internacia Ligo de Esperanta Radio Amatoroj, International League of Esperantist Radio Amateurs o Liga Internacional de Radioaficionados Esperantistas). ¿Cómo es posible asociar aficiones entre sí? Pues hay algunas muy compatibles. En el caso de ILERA, el Esperanto comparte la misma filosofía que la radioafición: son herramientas para la intercomunicación mundial, sin barreras de ningún tipo. Pues de esa misma forma cualquiera puede encontrar las afinidades entre la radioafición y alguna otra actividad, y vincularlas de forma que sean perfectamente coexistentes.

Para ser radioaficionado hay que demostrar, por medio de la superación de un examen de aptitud, tener nociones básicas sobre electricidad, radiotecnia y legislación vigente en tu país... pero no hay que ser ningún experto en estas materias para aprobar el examen y obtener tu licencia. Está al alcance de todo aquel que quiera adentrarse en esta maravillosa afición que, en la mayor parte de los casos, se convierte en una pasión de por vida.



73 de Ruca, EA8EX

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